A Folga de 1901 na Coruña, na prensa: “El Diario de Pontevedra” (I)

O “Diario de Pontevedra”, publicación de tendencia liberal (mesmo editouse nalgunha época co subtítulo “Periódico Liberal”) que se subtitulaba como “Decano de la prensa de esta capital” foi publicada na cidade de Pontevedra desde 1887 ata 1939.

A primeira referencia ao sucesos con motivo da Folga aparecen na páxina 3 do exemplar do 1 de xuño de 1901, cun breve texto que relata as novas desde a base dos telegramas chegados dende Madrid:

Lo de La Coruña
La huelga de Consumos.- El Gobierno
Madrid, 31.- El Gobierno ha recibido noticias oficiales de La Coruña dando cuenta de los sucesos ocurridos en aquella ciudad con motivo de la huelga de los guardias de consumos.
Confirman los despachos que hubo grandes alborotos en los fielatos, que se han pasado enormes cantidades de matute, que sonaron algunos tiros, que se practicaron muchas detenciones y que las tropas están acuarteladas.
El Gobierno se muestra muy preocupado y envió instrucciones reservadas a las autoridades de aquella capital.

Este xornal leva o relato dos feitos acontecidos na Folga da Coruña á súa portada e á páxina 2 do seu exemplar do luns 3 de xuño de 1901, baixo o título que temos visto moi extendido nos xornais daqueles días de “Los sucesos de la Coruña”, aínda que sinalando que se trata de “Noticias del Día 1º” facendo unha extensa relación dos feitos aos seus leitores:

Los sucesos de La Coruña
(Noticias del Día 1º)

Manifestación obrera
En el ministerio de la Gobernación acaban de recibirse nuevas noticias de los graves sucesos de que está siendo teatro la capital de Galicia.
En el local que ocupan las asociaciones de obreros se congregaron éstos, organizándose una manifestación imponentísima en la cual, aparte de los curiosos, figuraban más de cuatro mil personas.
Después de recorrer con el mayor orden varias calles, los manifestantes se dirigieron al cementerio donde se hallan los restos del obrero muerto por la Guardia civil en la refriega de anteayer.
Nadie se opuso al paso de la manifestación y los que la formaban regresaron a la población sin que hubiese que lamentar contratiempo alguno.
Los obreros se proponen adquirir un nicho para que en él reposen los restos de su compañero.
Solidaridad obrera.- Los heridos
Los nuevos empleados de consumos traídos de Andalucía por la empresa arrendataria de aquel arbitrio, hicieron causa común con sus compañeros de la Coruña, abandonando sus tareas y emprendiendo el camino de regreso a su tierra.
Dos de los heridos en las últimas revueltas se hallan en estado gravísimo. Los médicos declararon que a uno será necesario amputarle un brazo y a otro un pie.
Se cree en la Coruña que la declaración del estado de guerra restablecerá la normalidad.
De los graves sucesos que en la ciudad herculina ocurren cúlpase al Gobernador civil por falta de tacto para conjurar el conflicto.
Nuevos desórdenes.- Buque de guerra
Nuevos telegramas de la Coruña dicen que anteayer al anochecer se reprodujeron los desórdenes del otro día. Los obreros se hicieron dueños de las calles Real y de Panaderas, de donde la gente pacífica huyó azorada. Todos los establecimientos fueron cerrados, lo mismo que las puertas de todas las casas.
Procedente del Ferrol llegó el destroyer Audaz, pedido telegráficamente por el Comandante de Marina. El conflicto se agrava por momentos.
Agresión a las tropas
En Gobernación se leen con ansiedad los despachos que llegan de la Coruña y que cada vez contienen más alarmantes noticias.
Cuando se proclamó la ley marcial, el piquete de infantería que acompañaba a los que fijaban el bando fue apedreado por las turbas.
En la Rúa Nueva, una sección de la Guardia civil de caballería cargó contra los alborotadores dispersándolos. La benemérita repartió gran número de sablazos.
Las turbas se rehicieron, a pesar de la acometida, continuando la pedrea con mayor violencia.
Cuando la sección de la guardia civil cargaba sus fusiles, a un corneta se le disparó el Maüser matando una de las mulas de un coche que entraba en aquel momento en la Rúa Nueva. El proyectil pasó rozando la cabeza de un capitán de carabineros hiriéndole levemente. En las calles inmediatas al lugar de este suceso reina gran pánico.
Lucha a tiros
La lucha entre militares y paisanos adquirió a última hora de la tarde grandes proporciones.
Del local que ocupa el Centro Obrero salieron varios disparos trabándose en las calles de Cordelería, San Andrés y la Rua Nueva, un fuerte tiroteo.
Las turbas, perseguidas por la Guardia civil, se defendieron, sin ceder, durante bastante tiempo.
A las ocho de la noche se restableció el orden. Desde esa hora fuerzas de todos los cuerpos patrullaron por las calles.
Muertos y heridos
Los sucesos tuvieron tristes consecuencias. Resultaron muertos: Francisco García, de oficio albañil; el huelguista Francisco Herrero; y Josefa Corral, viuda de Santels, a quien alcanzó un proyectil hallándose sentada en la galería de su casa. La bala se alojó en la cabeza.
Los heridos son muchos. He aquí la lista de los auxiliados oficialmente: Encarnación Alonso, recibió un balazo en su hombro estando asomada en un balcón. Su estado es grave.
Jacobo Veiga, tiene un balazo en el vientre. Se desconfía de salvarlo.
Antonio Armiñol, es de oficio marinero y tiene un brazo destrozado.
Después de la batalla
El aspecto que después del tiroteo ofrecían las calles donde se desarrollaron los tristes sucesos anteriores era desconsolador. Los socios de la Cruz Roja circulaban conduciendo en camillas a los heridos. Estos están asistidos por médicos civiles.
Las tropas protejen la fábrica del alumbrado público. Las autoridades se han reunido acordando que hoy se suministre pan y carne.
Témese que esta tarde se produzcan los desórdenes y se adoptan todo género de precauciones. La población pacífica se halla consternada.
Esta mañana llegaron, procedentes de toda Galicia, considerables fuerzas de la guardia civil.