A Folga de 1901 na prensa: “El Español”, Madrid (III)

Logo das crónicas e columnas de opinión publicadas nos días previos que que temos visto nas entradas anteriores, no exemplar do xornal El Español do día 4 de xuño de 1901, tan só atopamos as seguintes referencias ao sucedido nos días previos durante a folga xeral na Coruña e a brutal represión que seguiu á mesma:

NOTICIAS POLÍTICAS
Se ha restablecido la tranquilidad en la Coruña.
Los trabajadores han reanudado sus tareas. Las vendedoras del mercado han vuelto a entrar en la población. Las tropas están en los cuarteles. Las tiendas están abiertas y las fábricas han encendido sus hornos.
Cerca del medio día, un joven trató de agredir en la plaza del Mercado a un guardia municipal. Este sacó el sable para defenderse, siendo lo bastante para que se produjeran carreras y gritos y cierre de los establecimientos de las calles inmediatas.

La alarma duró sólo unos diez minutos, volviendo todo a su estado normal.
La empresa de consumos ha admitido 83 dependientes nuevos. Diez de ellos, después de salir a prestar servicio, renunciaron al cargo por miedo a las amenazas de los huelguistas.
Estos se han quedado con las armas, propiedad de la empresa, que tenían en su poder para su defensa.


Tamén nunha breve nota baixo o título del “Impresiones políticas” fai referencia ao acontencido na cidade coruñesa:


Ao día seguinte, no seu exemplar de 5 de xuño de 1901, El Español publica a seguinte crónica do acontecido, facéndose eco xa do publicado pola prensa local ao respecto:

Los sucesos de la Coruña
Los jueces militares han comenzado a instruir procesos por los sucesos del 30 y 31, decretando muchas prisiones, entre ellas las de los cabos y vigilantes que tomaron parte en el ataque al fielato de la calle de Caballeros.
Tres de los detenidos están heridos de bala.
Dícese que los obreros, irritados, porque no se pone en libertad a los huelguistas, tratan de reproducir el paro general.
La fábrica de tejidos del Sr. Miranda ha suspendido sus trabajos, quedándose en la calle 300 operarios, en su mayoría mujeres.
Ha fallecido en el Hospital, Antonio Veiga, carpintero. El infeliz deja tres hijos.
El capitán general ha conferenciado con el alcalde, para prevenir que adopte las medidas necesarias para el abastecimiento de la ciudad.
El alcalde ha citado al Ayuntamiento a sesión extraordinaria. Este le ha concedido un voto de confianza para que solucione el asunto.
El alcalde ha telegrafiado a los de Monforte, Lugo y Betanzos, preguntándoles si en caso necesario podrán aprovisionar la población.
(…) -miento de la conveniencia de gestionar con la empresa de consumos para que admita a los huelguistas.
El representante de la empresa ha contestado que le era imposible acceder a la demanda, pues sólo le faltaban 23 hombres para cubrir por completo el servicio; añadiendo que todos los empleados nuevos son hijos de la región gallega, y ofreciendo como prueba de sus deseos de llegar a una solución de concordia, aceptar de entre los huelguistas los empleados que le faltan, pero reservándose el derecho de elegir entre ellos.

La prensa local
Los periódicos de Coruña llegados hoy a Madrid traen amplísimos detalles en los tristes sucesos desarrollados en la capital de Galicia.
Aun cuando en conjunto son ya conocidos de nuestros lectores, por haberlos anticipado el telégrafo, vamos a reproducir algunos que nos parecen importantes.

Día 30.
La primera colisión
Serían las ocho de la noche cuando los huelguistas se reunieron en el patio de la estación del ferrocarril.
Formaron allí un grupo numeroso, entre el cual parece que había huelguistas de otros oficios, mujeres y chiquillos.
Excitados mutuamente lanzáronse tumultuosamente por al escalera que desde el patio de la estación conduce a la calle de Caballeros.
En las inmediaciones del fielato había siete guardias, al mando del sargento Balbino Varela.
Al subir el grupo se adelantó el sargento, tratando de cerrarles el paso.
Hízoles varias reflexiones, tratando de disuadirles de todo propósito de violencia, si alguno abrigaban.
Persistieron los huelguistas, cuya mayor parte pasó adelante.
Cuando el sargento insistía en exhortarles a que se disolviesen, prorrumpieron en mueras a la Guardia civil.
Una lluvia de piedras cayó sobre los guardias, alcanzando una de ellas al guardia Andrés Mosquera y produciéndole una herida en la mano izquierda.
Entonces los guardais, a la voz del sargento, se echaron los fusiles a la cara e hicieron fuego sobre el grupo.
La distancia era muy corta, de modo que los disparos resultaron casi a boca de jarro.
Cayó muerto en el acto uno de los huelguistas, y varios resultaron heridos.
Pasó todo en muy cortos instantes.
Los huelguistas se dispersaron, encaminándose la lmayor parte de ellos hacia Monelos y otros puntos.

Día 31
El paro general
El paro, como ya se ha dicho, fue general.
Con motivo de la huelga de aguadores, la cárcel y los establecimientos de Beneficencia quedaron sin agua.
Fue menester que la condujesen los carrospipas del Ayuntamiennto, tomándola en las fuentes y en los registros de las calles.
La leche hubo que comprarla en las vaquerías y el pan pedirlo a la Cooperativa militar y civil y a la factoría militar.
El presidente de la Comisión de beneficencia se avistó con los presidentes de las Asociaciones obreras y les rogó que, puesto que los servicios de Beneficencia, como son los suministros al Hospital y Asilo, eran de carácter excepcional, permitiesen, sin estorbarla, la entrada de leche, pan y carne para las referidas atenciones.
Contestaron los obreros accediendo a ello. Y añadieron:
-¡Pero con la condición de que ni un sorbo de leche ni un trozo de carne habrá de distraerse para nadie y menos para las Hermanas de la Caridad!
Después se olvidaron de cumplimentar la promesa y fue preciso acudir a buscar los citados alimentos fuera de la población, entrándolos con escolta de fuerzas.
Las fuentes estaban copadas o intervenidas, digámoslo así, por los huelguistas
Uno o dos de ellos, apostados en las inmediaciones, impedían que recogiesen agua las aguadoras no asociadas, las sirvientas y cuantas otras personas les parecía.
La violencia era grande y la coacción manifiesta.
Aunque en cada fuente había también guardias municipales, éstos dejaban hacer y se mantenían a respetuosa distancia.
Si alguna vez los gritos y las lágrimas de las pobres mujeres a quienes los huelguistas vaciaban las sellas ya llenas les hacían aproximar un tanto, volvían a retroceder haciendo la vista gorda, al oír decir a aquellos:
-¡Ustedes váyanse! ¡Ustedes déjennos!… Si no… aténganse a las consecuencias.
Se registraron escenas deplorables.
Hubo infeliz sirvienta o aguadora que llenó dos o tres veces su vasija, y otras tantas la vió vaciada por los huelguistas, a los cuales pedían por Dios que les dejaran coger agua.
Muchas aguadoras asociadas hacían coro a los que tales actos cometían.
En el Matadero público se suspendieron las operaciones de degüello.
Ni una sola res fue degollada.
Los matarifes no aparecieron por el Matadero.

El matute
El matute se hizo en tan gran escala que ya llegó a no parecer contrabando, sino la cosa más natural y legítima. Parecía que los consumos se habían abolido.
Por las carreteras de la estación, Santa Margarita, Monelos, etc. penetraban conduciendo artículos sujetos al impuesto y desfilaban carros cargados de mercancías.

Las cargas
Como recordarán nuestros lectores, la primera carga se dió en la calle Real, momentos después de fijarse en las esquinas la ley marcial.
Las descargas de la Guardia civil y las arremetidas de la caballería eran contestadas con diferentes disparos de Remington y revólver, que partían de diversos puntos en la calle de San Andrés.
También caían numerosas pedradas sobre los soldados.
La arremetida del gentío se dirigía principalmente y casi exclusivamente contra la Guardia civil.
A la caballería apenas se le hizo frente; antes al contrario, en diferentes puntos se le vitoreó por la multitud.
Varios grupos de mujeres dieron gritos de ¡Viva al caballería!



El Español en Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España (bne.es)




Deixar un comentario

qué é isto?

Un espazo para ir recollendo información para a recuperación, conservación e difusión da memoria libertaria e a historia do movemento obreiro na Galiza.

Newsletter

A Folga de 1901 na Coruña, na prensa

Boletín “A Folga de 1901: os sucesos dos días 30 e 31 de maio de 1901 na Coruña”

A Folga de 1901, no Diario de Sesións do Congreso dos Deputados

Solidaridad Obrera de Galicia – 1911

Conflitos obreiros e Folga Xeral de 1903 na Coruña: a figura de Mª Manuela Vázquez Mejuto “La Morenita”

Folga Xeral revolucionaria de 1933 na Galiza

A Folga de 1901, no “Suplemento a la Revista Blanca”