Xa no mes de outubro de 1901, o Suplemento a La Revista Blanca segue a prestar especial atención ao relativo aos sucesos da Coruña en maio de 1901, con ampla extensión nas súas máxinas, malia que nalgún número desapareza o título de “Los Sucesos de la Coruña” como acontecía ininterrumpidamente dende o mes de xuño:
Al objeto de meter más original prescindimos del titulo Los sucesos de la Coruña. Sin embargo, nosotros (no) abandonaremos la defensa de los que quedan presos ni han de abandonarla los obreros españoles. La campaña en su favor continuará mientras no sean todos reintegrados al seno de sus familias.
O corresponsal da publicación na Coruña segue a enviar as súas crónicas do que estaba a suceder neses momentos na cidade:
DESDE LA CORUÑA
Pues ya tenemos al Sr. Soldevilla, periodista él muy conocido en los rotativos de Madrid, y hoy metido á gobernador de esta provincia, por obra y gracia del gobierno que nos arrea, ejerciendo de fiscal y con censura previa, nada menos.
En contestación á la hoja que la agrupación (?) de ésta, ó mejor el corresponsal de El Socialista, publicó, hemos creído conveniente unos cuantos compañeros que nos reunimos el otro día, publicar otra, no porque la tal hoja mereciera los honores dé la réplica, sino por respetos al pueblo, al cual se dirigíá, y al que nosotros dirigimos también la nuestra. Pero hete ahí que al Poncio éste se le antoja suprimir un párrafo y varias palabras sueltas, una de las cuales era anarquistas, de la rima: «Varios obreros anarquistas.»
Este señor, ó cree que estamos en Angrois ó que somos tontos. Pues ni lo uno ni lo otro. El no dejará publicar la hoja sin hacer las enmiendas que señaló— y claro que no deja, pues había de salir hoy y no hay de qué—;pero lo que es nosotros no las hacemos, prefiríendo pagar la tirada de aquí, sin poder aprovecharla, ó imprimirla en otro lado si no hallamos medio hábil de salirnos con la nuestra, que tal vez se halle.
El texto de la hoja es de lo más sensato en toda la extensión de la palabra; pero, por lo visto, no sirve de nada esta condición para el hombre que publicó aquel bando en que prometía el oro y el moro en esto de derechos y propaganda legal de toda clase de ideas. Buen principio.
Probablemente el próximo domingo se celebrará el mitin que se había aplazado por no entorpecer las gestiones privadas que se hacían en favor de los presos, encaminadas á obtener la inhibición de las autoridades militares en el delito de sedición que se les sigue, toda vez que por parte de éstas han fracasado, por negarse el capitán general á ordenarla y tener, por tanto, que ir el Supremo la competencia entablada.
Este buen señor parece contestó que no podía acceder á lo solicitado; que lo retirasen, toda vez que, de ir al Tribunal Supremo, perderían un tiempo precioso, ya que del consejo de guerra poco ó nada les podría salir; pero los interesados se llamaron andana, y, escarmentando en cabeza ajena, dijeron que nones, no fiando en promesas, que sin duda quedarían incumplidas. Y les sobra razón para así desconfiar, por aquello de que «el que hace un cesto», etc.
Hace breves días se celebró un consejo de guerra contra un paisano que tuvo un lío con la guardia civil en un pueblo cercano, y del que salieron un guardia ó dos contusos ó lesionados (se conoce que no era manco), y para el que pidió él fiscal, y aprobó el consejo, la pena de seis meses de arresto.
Tomamos nota de esta sentencia para ponerla al lado de la de Venancio González por ejemplo, que se le condenó con veinte años —cuarenta veces más—, también por agresión á la misma fuerza; pero agresión supuesta y sin lesión ni contusión alguna.
Pero Venancio era huelguista, y por eso sin duda merecía cuarenta veces más pena, y asi se la echaron.
Calma, pueblo, eterno Juan, que si tu tienes paciencia, cuernos no te faltarán.
Han sido puestos en libertad los cuatro carpinteros que estaban presos en el cuartel desde el 29 de Junio, y que, como recordarán los lectores de este semanario, habían ido allí como testigos de descargo. Era hora de ir saliendo, en verdad, y más que hora todavía.
Asegúrase que de un día á otro saldrán los tres hermanos Cumbraos; y esto sí que también vierte sangre. Tres hermanos presos por la simple delación de un sietemesino de mala ley, de la que son inocentes.
Si esto se confirma, quedarán, pues, para última hora los diez y seis procesados por los hechos del 30. No pierdan la serenidad de ánimo los interesados; tengan confianza y seguridad en que, días más ó días
menos, todos han de ir saliendo.
Por unha nota insertada neste número, coñecemos os puntos de distribución da publicación na cidade coruñesa:
Nota. El SUPLEMENTO A LA REVISTA BLANCA puede adquirirse en la esquina de la calle Real y Rúa Nueva, donde se vende la prensa de Madrid, además del repartidor fijo, que lo sirve á domicilio.
—Corresponsal.
Septiembre 29 de 1901.
A confrontación pola inacción e as trabas dos socialistas na campaña polos presos e as vítimas dos sucesos de 1901 segue a estar ben presente nas páxinas do Suplemento a La Revista Blanca:
CONTRAMANIFIESTO
(Para los obreros de la Coruña)
Para neutralizar el mal efecto que entre los obreros coruñeses causó la conducta del socialista corresponsal del órgano central del partido obrero en la capital gallega, el obrero Rodríguez ha publicado una hoja dirigida al pueblo.
En esta hoja se reproducen varias correspondencias que aquél mandó á El Socialista, y dice que por ellas fué calificado de policía. Primera falsedad: A Rodríguez se empezó á llamarle policía por la delación que hizo de que los mitins que se organizabau á favor de los campesinos presos en Jerez, habían de ser anarquistas y no de solidaridad en pro de aquéllos obreros, delación que tenía este doble objeto: primero, lograr que las sociedades obreras negasen su concurso al proyecto, y segundo, que las autoridades impidieran la celebración de los mitins. La palabra policía volvió á pronunciarse á raíz de una correspondencia publicada en El Socíalista, cuando mayor era la persecución que sufrían los obreros coruñeses, en la que su autor decía que si las cosas habían llegado al extremo en que llegaron, fué porque los anarquistas de la Coruña tienen mayoría en las juntas de las sociedades de resistencia. Esta correspondencia no se reproduce en la hoja que publica Rodríguez. Principia este documento diciendo que la agrupación socialista dé la capital galleara, no había hablado antes por razones de prudencia. Los obreros de la Coruña que saben que Rodríguez compone la agrupación
socialista, comprenderán, no tan sólo el engaño que encierran aquéllas palabras, sino que Rodríguez, autor de la hoja Al Pueblo, censura al Rodríguez corresponsal de El Socialista, á quien ninguna consideración de prudencia hizo callar como dice el mismo en estas palabras. “Si el corresponsal de El Socialista hubiese dejado ociosa la pluma, si no hubiese significado al pueblo», etc.
Afirma también el autor de la hoja Al Pueblo, que los huelguistas empleados en los consumos adoptaron el sistema revolucionario recorriendo tumultuosamente el recinto, y que al legar en aquella actitud al fíelato de los Caballeros, la guardia civil les hizo fuego. Esto es faltar á la verdad, sólo por el placer de justificar el ataque de la guardia civil, como también falta á la verdad al decir que los obreros de la Coruña organizaron una manifestación, y que después, con aire de vencedores se situaron frente los locales sociales, de donde les barrió las balas de los maüsers.
No hubo tal manifestación ni tal provocación; lo que hubo fué un entierro, al que acudió todo el pueblo obrero en señal de protesta contra los que habían asesinado al difunto. El tumulto y la manifestación lo inventó Rodríguez en odio á los trabajadores de la Coruña porque no hacen caso de su papeleta electoral ni de sus planes adormideras, pero no ve el infeliz que lo que hace es justificar y aprobar los asesinatos que la fuerza cometió.
Después Rodríguez hace hincapié á lo dicho por nuestro corresponsal referente á que el pueblo, á pesar de no tener armas, se defendió como pudo. ¿Qué habían de hacer los trabajadores si no defender su vida como pudieran? Es verdad que algunos resistieron á la fuerza, como resiste al atracador ó al asesino el transeúnte que va armado y tiene valor para ello.
Esto más honra que rebaja á los obreros coruñeses; porque en defensa propia hicieron lo que pudieron.
En cambio, lo innoble é indigno es decir que los huelguistas recorrieron revolucionariamente el recinto, y que en el fielato de los Caballeros la táctica les resultó mal, y que faltando á la ley organizaron una manifestación. Esto es indigno por dos motivos: primero porque no es verdad, y segundo porque aunque lo fuera, había de ser la burguesía ó las autoridades quien lo dijera para justificar su barbarie, no un obrero que se llama socialista.
Dice también la hoja que nos ocupa, que los anarquistas prepararon la huelga general del 31 de Mayo.
No se puede decir tontería ó maldad de tamaño mayor. La huelga se planteó para protestar de los asesinatos cometidos por la fuerza el día antes. ¿Habían armado á los civiles los anarquistas? ¿Eran anarquistas los civiles qne realizaron aquella hazaña y que motivó la huelga? Pues si no lo eran, ¿cómo podían haber preparado la huelga general los libertarios? Además, ea tan tonto ó tan malvado el corresponsal de El Socialista en la Coruña, que después de afirmar que los anarquistas prepararon la huelga, dice que «los obreros fueron arrastrados al paro por la indignación que les produjo el atropello de las antoridades». ¿Cómo podían, pues, preparar la huelga los anarqnistas? El que fuesen partidarios de la huelga general, no quiere decir que preparasen la desarrollada en la Coruña, por cuanto esta fué, como en un momento de sinceridad dice Rodríguez y ha dicho con imparcialidad que le honra La Mañana de aquella capital, una protesta del pueblo contra la salvajada de los que descargaron los maüsers sobre un grupo compuesto de mujeres y de niños, que echó á correr en cuanto vieron los tricornios en medio de la calle.
En cambio, el infeliz que nos ocupa, cuyas correspondencias eran otras tantas censuras para los obreros de la Coruña, no cogió la pluma para encargar á los suyos que abrieran suscripciones á favor de los presos y dé sus familias, ni para decirles que celebrasen mitins en pro de la libertad de los detenidos; no se acordó más que de censurar y de criticar sin que tuviera la compasión ni el noble sentimiento de procurar el escarcelamiento de los presos ni el socorro y ayuda de sus familias.
Así, haciendo el bien aun al adversario, es como se gana la voluntad del pueblo obrero. En la cárcel trabajadores, los demás obreros no deben pensar más que en sacarlos de ella y en ayudar á sus familias; después pueden venir las censuras si las merecen.
Los anarquistas sabíamos que de cien presos, sólo cuatro ó cinco eran libertarios; sin embargo, para todos procuramos y á todos socorrimos y socorremos aunque se hubiese encontrado entre ellos ese Rodríguez que ha empleado su actividad en restar simpatías y dinero á los detenidos, y ha falseado los hechos desarrollados en la Coruña por odio á los anarquistas, para hundirlos en los presidios al objeto de poder dirigir á los óbreros coruñeses por el camino de las elecciones, por medio de las cuales espera ser personaje aquel infeliz, sin que tuviera la delicadeza de pensar que la inmensa mayoría de los presos no eran libertarios.
No, no se ganan adeptos para las causas nobles con ruindades y bajezas.
No que atinxe á campaña de solidariedade e protesta co sucedido en maio na Coruña, atopamos as seguintes referencias neste número do Suplemento a La Revista Blanca:
Valencia.-
—La Sociedad de sombrereros fulístas ha acordado en su última reunión, mandar 60 pesetas á los obreros presos en la Coruña.
También la sociedad de carpinteros ha acordado remitir á los mismos 100 pesetas.—José Alarcón.
Santa Cruz de Tenerife (Canarias).-El Consejo general de la Asociación obrera de aquella isla ha nombrado delegado para que lo represente en el próximo congreso obrero que ha de celebrarse en Madrid, y ha abierto una suscripción á favor de los obreros presos en la Coruña.
Sestao.-
—En Gallarta se celebró el sábado la función dramática anunciada en la correspondencia anterior. Honor, alma y vida y Primero de Mayo impresionaron agradablemente al público numeroso que á ella asistió; los compañeros actores recibieron aplausos en todos los actos. Los compañeros de allí hiciéronse cargo de lo que á beneficio de los presos se recolectó; ellos remitirán.
—Hoy sábado se pone en escena el Primero de Mayo en el Centro de sociedades de resistencia de Sestao.


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