Logo do ingreso en prisión, onde xa se encontraba Escontrela, dos compañeiros Cebrián, Morano e Santos, un redactor do xornal La Voz de Galicia visita aos presos e fai unha entrevista aos catro condenados:
LOS SUCESOS DE MAYO
Una visita a la cárcel
Estuvimos ayer a visitar en la cárcel a los cuatro condenados por consecuencia de las tristes jornadas de Mayo: Cebrián, Santos, Morano y Escontrela
Pesan sobre ellos duras penas, que los llevarán en breve de la cárcel al correccional o al presidio, como han pasado ya desde el hogar y el taller al calabozo del cuartel y al banquillo del consejo de guerra, y las rápidas y lamentables vicisitudes que han sufrido influyeron bastante en su ánimo.
Fortalécenles los consuelos que sus compañeros de prisión les prestan, condolidos de su suerte, y las frases de resignación y esperanza que de fuera les llevan deudos y amigos.
Tiénenlas también los presos de gratitud para sus defensores y para cuantas otras personas se han interesado y siguen interesándose por su situación.
Escontrelas es el más agobiado por el fallo que sobre él hicieron reacer exigencias de la ley. Joven, lleno de vida y con disposiciones para el trabajo, que le hubieran hecho útil a la sociedad, no puede ser más negra la perspectiva que se le ofrece.
Son muchos 20 años para una existencia, y a que transcurra para él esa larga etapa en las amarguras del penal está condenado, sin embargo.
Semejante es la situación de Cebrián y de sus otros tres amigos.
-Yo, a ser posible, -nos decía ayer Cebrián- quisiera ser trasladado a San Miguel de los Reyes o a Cartagena. Es horrible lo que me sucede, y no quiero ni pensar en ello, porque recuerdo mi pobre casa abandonada… mi mujer, mis hijos… Hay que sobreponerse, sin embargo, a todo y tener valor. Prefiero los penales citado a los de Chinchilla y Santoña, por ejemplo.
Se ha condenado a Cebrián -así lo dice el testimonio de condena que se le ha facilitado- “por delito de sedición como instigador y director de insulto a fuerza armada con intento de obra.”
-Yo insisto en que soy ajeno a lo ocurrido -nos repetía ayer.
A Morano y Santos se les condenó como instigadores de la sedición.
-A Ortigueira quisieramos nosotros ser enviados -nos decían. -Aquel correccional sería preferible al de Santiago, tan lóbrego, tan triste…
Para conseguir sus deseos hacen los presos gestiones activas, que esperan no sean infructuosas.
Quizá alguno de ellos gestione también que en atención a las circunstancias del proceso se le conmute la pena impuesta por la de extrañamiento, aún siendo perpétuo.
-Siempre sería esto menos penoso que la vida en el presidio. Llevaría conmigo a mi familia y me iría a Francia, o a los Estados Unidos… ¡habría esperanza de vida!
Hácense consultas para conocer cuanto esta petición pudiera tener de viable. Antes de formularla parece natural cerciorarse de ello.
Los presos están en comunicación.
Muéstranse complacidos de las atenciones que se les guardan, y así nos dijeron que lo hagamos público. (La Voz de Galicia, 9 de agosto de 1901)
A persecución xudicial como temos dito, representa un movemento represor do conxunto do movemento obreiro coruñés, como resulta fiel testemuña novas como a seguinte:
El juez de instrucción, Sr. Galván, interesó del gobernador que para unir a la causa que instruye con motivo de las huelgas últimas se le remita una nota del número de obreros que existen en las fábricas y centros mineros de los Ayuntamientos que forman el partido judicial. (La Voz de Galicia, 9 de agosto de 1901)
Outro dos procesos abertos dos que temos visto ao longo destas entradas é o que inculpa aos dependentes de consumos en folga:
LOS SUCESOS DE MAYO
Atendiendo a la competencia entablada con la autoridad militar por los dependientes de consumos procesados con motivo de los sucesos de Mayo último, el capitán general dedujo ayer testimonio de lo actuado contra dichos guardias por los delitos de coacción y abandono de destino.
Dicho testimonio se entregó al juez de instrucción para que continúe las actuaciones. La autoridad militar se reserva el derecho de seguir procedimiento contra los dependientes en cuestión por los delitos de sedición y agresión a fuerza armada. (La Voz de Galicia, 10 de agosto de 1901)
Como no caso anterior, dos dependentes de consumos, as accións dos letrados da defensa outros inculpados persiguen que non sexa a xurisdición militar a encargada de enxuizalos;
Ayer estuvo el juez de instrucción Sr. Galván en el cuartel de Zamora para oír de Segismundo Pérez y Pedro Olleta la ratificación de la competencia que entablaron cerca de la autoridad militar para que deje de entender la causa que se les sigue por suponerse que fueron de los obreros que arrastraron hasta la cochera el carruaje de la empresa La Ferrocarrilana. (La Voz de Galicia, 10 de agosto de 1901)
Algúns dos detidos son postos en liberdade tras longos meses en prisión por feitos acontecidos mesmo con anterioridade aos sucesos de maio de 1901, como o caso da suposta agresión a Gardas civiles logo dunha romería en Feáns:
Salieron ayer de la cárcel, en libertad provisional, Antonio Gestal, complicado en la agresión contra la Guardia civil, en Feáns, y Benito Edreira Parada, a quien sigue sumario el juez de instrucción.
También salió Ramón Queiro Nieto por disposición de la Audiencia. (La Voz de Galicia, 10 de agosto de 1901)
Nen coa chegada do novo Gobernador civil parece frearse a ofensiva da xudicatura, civil e militar, contra o movemento obreiro:
Hoy se remitirán a la autoridad militar las listas de los presidentes y Juntas directivas, con expresión del número de socios de que constaban las Sociedades obreras disueltas últimamente.
Suman en total los obreros asociados, según dichas relaciones, 1523, de los cuales corresponden 400 a la Cooperativa obrera, 128 a la de Unión de obreros panaderos, 570 a la de carpinteros, 59 a la de pintores, 650 a la de Oficios varios, 236 a la de sastres y 80 a la de cocheros. (La Voz de Galicia, 15 de agosto de 1901)
A significación dos compañeiros Cebrián, Moreno, Moyano e Escontrelas, condenados por Consellos de Guerra logo dos feitos de maio de 1901, leva a primeira plana do xornal coruñés La Voz de Galicia semblanzas e retratos destes compañeiros nos seus exemplares de 18 e 19 de agosto de 1901:
LOS SUCESOS DE MAYO
LOS CONDENADOS A PENAS GRAVES
Todos recordamos las jornadas del 30 y 31 de Mayo.
Llenaron ambas una página de sensacional lectura para la historia de La Coruña y aún hoy, después de algunos meses, late el recuerdo en la memoria de todos y repercute nerviosamente en Europa y en ambas Américas.
Las circunstancias aciagas de aquellos días dieron margen a muchas y largas actuaciones judiciales. Hubo varios sumariados militarmente y recayeron severos fallos algunos de los cuales apartarán de la vida ordinaria por dilatados días a cuatro de los arrastrados en aquel sangriento torbellino.
Bien vale la pena de pasar algunas horas de cárcel voluntariamente para obtener un apunte de los que hoy sufren el peso del código militar.
Allí hemos estado con nuestro colaborador el notable dibujante José Gómez Naya y de su hábil lápiz ofrecemos a los lectores de La Voz dos retratos tomados del natural y de un exacto parecido.
El más joven de los sentenciados por el consejo de guerra es Juan José Cebrián.
Nació en La Coruña el 12 de julio de 1877 y su padre, conocido industrial, le procuró una educación tan esmerada como le fue posible.
Es bachiller y en el Instituto de segunda enseñanza y en colegios particulares ha servido como auxiliar en preceptiva literaria y en otras clases.
Su afición a las ideas avanzadas le llevó a formar parte de la sociedad Antorcha galaica del Libre pensamiento, desempeñando un puesto en su Junta directiva.
Encaminó sus iniciativas a lograr la reorganización de la Escuela Laica que en esta capital existe y obtuvo en su empresa el éxito que deseaba.
Al crearse la Sociedad Cooperativa de obreros en 1898, fue elegido secretario de la misma.
Figuraba entonces en el partido republicano.
Nombrado profesor de la Escuela Laica, se consagró a la propaganda societaria, abandonando aquel partido y la profesión de viajante, que ejercía y poco después entraba a formar parte de la Asociación de oficios varios, en la cual desempeñó varios cargos.
Es muy aficionado al arte dramático, y cultivó esta afición con fortuna, trabajando en diversas funciones teatrales cuyos productos fueron siempre destinados a obras benéficas.
Cooperó con grandes alientos a la formación de sociedades de agricultores y a mantener las aspiraciones de los obreros en sus diferencias con los patronos.
No faltan a Cebrián soltura, voz y facilidad de palabra para producirse en público.
En cuantos meetings obreros se celebraron desde el año último tomó activa parte en las discusiones, consumiendo siempre su turno como representante de alguna agrupación.
La evolución al campo libertario hizo de él un prosélito y así lo demuestran sus trabajos en el periódico obrero La Emancipación, del cual era colaborador.
Como secretario de Oficios varios firmó las comunicaciones dirigidas en Mayo al arrendatario de consumos declarando la huelga.
Sometido a consejo de guerra como supuesto instigador de los sucesos del 30 y 31 fue condenado a 12 años de prisión mayor.
Cebrián es casado y tiene cuatro hijos de corta edad.

Venancio González Escontrela es un joven de alta estatura y de simpático aspecto.
Cuenta 26 años y nació en Ber (Lugo), de una familia de honrados labradores.
Con ellos compartió las faenas del campo hasta que el servicio militar le llevó a la campaña de Cuba en 1894, formando en las filas del regimiento de Toledo.
Fue repatriado y sirvió después en el regimiento de Luzón.
Ya licenciado, se dedicó a trabajar como peón de albañil en esta capital, en los talleres del maestro Reboredo.
Después ingresó como agente de resguardo de consumos, y se afilió a la Asociación de Oficios varios en el mes de Abril.
Fue uno de los dependientes que formaron la huelga, principio de los dramáticos sucesos de Mayo.
Es, de los sometidos a la acción de los tribunales militares, el más castigado de todos. El consejo de guerra le condenó a 20 años de reclusión temporal.

Mañana publicaremos los retratos de los otros dos condenados Manuel Mosquera Morano y Santos Martínez. (La Voz de Galicia, 18 de agosto de 1901)
LOS SUCESOS DE MAYO
Manuel Mosquera Morano, condenado por el consejo de guerra a seis años de prisión correccional, es más joven de lo que representa.
Tiene solamente 37 años.
No ha sido procesado ni penado.
Es natural de la parroquia de Sigrás, en el vecino Ayuntamiento de Cambre.
Desde hace 12 años estaba empleado en el resguardo de consumos, prestando muy buenos servicios, y al declararse la huelga de Mayo era cabo de la ronda.
Morano presenta un exterior serio y grave, pero es muy simpático.
Tiene mujer y cinco hijos

El cuarto de los condenados por el consejo de guerra es Juan Santos Martínez, joven de 31 años, natural del inmediato lugar de San Pedro de Visma, casado y con un hijo.
Desde los 11 años de edad trabaja como pintor decorador.
Es un hábil operario, y su excelente conducta le captó siempre la voluntad de sus patronos y de sus compañeros.
Cuando los acontecimientos de Mayo era secretario de la Sociedad de pintores.
Trabajaba entonces en los talleres del maestro Manso.
Se expresa con soltura y su conversación es agradable.
Tiene madre sexagenaria, y su padre se halla ausente en ignorado paradero desde hace 17 años.
Sufre resignado su clausura y echa de menos la vida de trabajo, interrumpida por la sumaria que contra él se instruyó, y en virtud de la cual el consejo de guerra le condenó a seis año de prisión correccional. (La Voz de Galicia, 19 de agosto de 1901)

Malia a chegada do novo Gobernador civil e o inminente levantamento do estado de guerra, os xuices militares baixo orde do Capitán xeral Lachambre, teiman na instrucción na xurisdicción militar dos procesos contra os dependentes de consumos en folga:
El comandante de Infantería, Sr. Estévez, estuvo ayer en el cuartel a notificar a los 38 ex-guardias de consumos procesados con motivo de los sucesos del día 31 de Mayo, para que nombren a los oficiales del Ejército que les defiendan en el consejo de guerra que contra ellos habrá de celebrarse probablemente en uno de los últimos días del corriente mes.
Aún cuando a los indicados detenidos les llamó la atención tal diligencia, porque creen que las autoridades militares habrán de inhibirse de conocer en los mencionados procesamientos, designaron a 28 oficiales de diferentes cuerpos para encomendarles su defensa. (La Voz de Galicia, 19 de agosto de 1901)









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