Poucos meses despois da brutal represión da folga xeral de finais de maio de 1901 na Coruña, a clase obreira arxentina enfronta uns sucesos moi semellantes e que finalizan tamén tráxicamente.
A principios de outubro de 1901, os traballadores e traballadoras da Refinería Argentina de Azúcar de Rosario, reunidos en asemblea, acordaran declararse en folga, nomear un comité de folga e elixir unha comisión para entregar aos propietarios da empresa un “pliego de condiciones” no que reclamaban aumentos salariais e redución da xornada de traballo.

O 20 de outubro de 1901, preto de 200 obreiros e obreiras acompañaron á comisión a dita entrega das peticións. Durante a pacífica manifestación diante da factoría, a policía practicou a detención dos anarquistas, entre eles Rómulo Ovidi, o que motivou as protestas dos manifestantes. A resposta policial foi disparar indiscriminadamente sobre os obreiros e obreiras.
Como resultado desta acción morre Cosme Budislavich, traballador de orixe austriaca, de 34 anos, que tiña chegado dous anos antes de Europa. É considerada a primeira vítima da represión estatal contra o movemento obreiro na Arxentina.
Catro días despois da morte de Budislavich, unha multitude acompañou ao compañeiro ata o cemiterio e, ao día seguinte, unha enorme manifestación de protesta percorreu as rúas de Rosario. En torno a 8000 persoas participaron neste acto de protesta. Entre elas, a anarcofeminista arxentina Virgina Bolten.
O semanario anarquista La Protesta Humana recolle nas páxinas do seu exemplar nº 145, de 26 de outubro de 1901 estos acontecementos:
LOS SUCESOS DEL ROSARIO
Huelga de la Refinería Argentina. Un obrero asesinado por el jefe de Policía.
Crímenes inauditos pesan sobre la autoridad, ese flagelo secular de los pueblos. Su pasado es un abismo de iniquidades, su presente un presente de crímenes horrendos, su historia toda mana sangre; pero nunca como en los modernos tiempos, cuando al fárrago de las humanas luchas se ha incorporado la existente entre el capital y el trabajo, la autoridad, ese principio de fuerza, esa manifestación de la violencia, esa institución organizada en vasta escala para producir matanza y el crimen se había presentado tan irritante y provocativa protegiendo las malas causas y defendiendo los mal adquiridos intereses y privilegios de un corto número de parásitos y explotadores. El asesinato alevoso y cobarde perpetrado en la persona de un trabajador por el Jefe de la Policía de Rosario y su acólito, es un crimen feroz, cometido al amparo de la fuerza y de la impunidad con que la sociedad burguesa premia a sus más grandes asesinos.
El ensañamiento y la perversidad de que ha hecho gala el jefe político de Rosario y su disimulada protección que le presta el gobierno, es algo que enciende la sangre, y produce vahídos locos de exterminio. Horripilan los detalles que de ese acto de barbarie llevado a cabo por los representantes del nefando principio de autoridad, dan algunos periódicos sinceros de la ciudad rosarina.
Especialmente La República que acusa directamente el jefe de Policía Grandoli y a su cancerbero Guillermo Maza de ser los autores del asesinato del obrero Cosme Budislavich, relata ampliamente los hechos ocurridos, los cuales nos vemos obligados a transcribir condensados como siguen por razones de espacio:
Antecedentes
Mil trabajadores de la Refinería se mantienen en huelga pidiendo una rebaja discreta del horario, aumento en parte de los salarios y el pago doble en las horas que se les haga trabajar extra.
La empresa por toda contestación pegó un cartel a la entrada de los talleres amenazando a los operarios suspender el trabajo si el lunes no volvían a la tarea.
En esas circunstancias, los huelguistas resolvieron reunirse hoy temprano, para presentar una nota estableciendo sus condiciones definitivas.
Su asamblea fue numerosísima; -mil obreros, entre ellos más de cien mujeres y otros tantos niños,- y tranquila.
Hablaron varios oradores recalcando todos ellos en la necesidad de vigorizar la resistencia. Habló también el joven Ovidi, propagandista de las ideas anárquicas, explicando las ventajas de la huelga, único medio de defensa de los proletarios, y después una delegación fue al local de la Refinería a presentar la nota con las bases.
Los emisarios fueron rechazados. Los patrones no querían entrar en tratativa alguna.
La noticia produjo pésimo efecto y se oyeron ruidosas protestas.
El Jefe Político – Una mediación aleve
En esos momentos, el jefe Político, acompañado de su acostumbrado séquito, se presentó al local pidiendo algunas explicaciones de lo ocurrido. Se le dieron y ofreció entonces su mediación.
-Yo les voy a arreglar este asunto, muchachos!
Y tomando la nota se fue al local de la Refinería.
Los trabajadores quedaron a la espectativa, tal vez creyendo buenamente en la eficacia de esta intervención, recibiendo poco después por un empleado de policía el pedido de que fuera al establecimiento la comisión de huelguistas.
Cinco o seis acudieron al llamado, entre ellos el señor Ovidi.
La primera provocación
Muy corteses se aproximaban al grupo formado por los funcionarios policiales y empleados de la fábrica, cuando el jefe político, destacándose violentamente, tomó a Ovidi por un brazo.
-Este es anarquista. Llévemelo al departamento.
Al ver esto, los operarios protestaron y algunos temerosos de correr igual suerte huyeron en dirección al grupo de huelguistas.
Cuando llegaban, cruzaba por allí cerca el coche que conducía preso a Ovidi. Diez o doce salieron a su encuentro, produciéndose un cambio de palabras con los policianos, a quienes trataban de indagar las causas de la prisión de su amigo.
Fuego
Quien hizo el primer disparo es cosa muy difícil de determinar. ¿Maza?¿Grandoli?¿Los obreros?
Pero el segundo, el tercero y los demás hasta diez o quince, sí que lo podemos determinar: Grandoli y Maza.
El pequeño grupo de trabajadores se dispersó en un segundo, e igual cosa hizo el pelotón numeroso que presenciaba el incidente cuasi a una cuadra de distancia, ante el amago de una carga de los cosacos del escuadrón.
La persecución – Inicuo ensañamiento
Uno de los obreros, un austriaco llamado Cosme Budislavich fue la víctima escogida. Maza y Grandoli lo han perseguido haciéndole disparos hasta que el desgraciado sujeto arrinconado entre el tablaje de una cancha de bochas, recibió un balazo mortal en la nuca.
Los obreros
Entre los elementos obreros la noticia cundió con rapidez extrema produciendo la mayor indignación.
Una comisión operaria fue al Hospital de Caridad a reclamar el cadáver de Budislavich para velarlo y sepultarlo pero a pesar de todas sus gestiones, no ha podido conceder que se le conceda eso.
Cosme Budislavich
Era austriaco, de poco más de 30 años. Hacía poco que había llegado al país y trabajaba como elevador en los talleres de la Refinería. No tiene familia en el país.
Las versiones policiales lo presentan como un anarquista peligros y vice presidente de la Casa del Pueblo.
Aparte de que la Casa del Pueblo no tienen presidente ni vices, estamos en condiciones de asegurar que Budislavich no era conocido entre los anarquistas, ni se sabe que estuviera afiliado a ningún centro obrero.
Por lo demás, creemos que aún cuando fuera anarquista, sus ideas no quitarían un ápice a la brutalidad salvaje con que lo han asesinado.
Antecedentes sujestivos.
En la madrugada del domingo, Maza acompañado de algunos soldados del escuadrón golpeó las casas de la mayor parte de los capataces en huelga y haciéndolos levantar los condujo al local de la fábrica. Allí les pidió que continuaran trabajando y como los operarios se negaran a ello arguyendo que pedía defeccionara su causa, les ofreció revólveres igual al suyo, que exhibía, diciéndoles:
-Maten nomás al primer huelguista que les salga al paso. Yo respondo.
El cadáver de Budislavich
Los obreros reclamaron el domingo a la tarde el cadáver del compañero asesinado. No quisieron entregarlo en el hospital sin orden del juez y el juez se negó a extender la orden.
Más de cien mujeres vinieron de la Refinería a reforzar esa reclamación pero también fue inútil su empeño.
Ayer por la mañana las gestiones se reanudaron.
En el barrio de la Refinería la agitación se hacía cada vez más intensa. Los trabajadores no tardaron en traducir en una decisión enérgica su estado de ánimo, acordando venirse colectivamente, y por su cuenta, a protestar por las calles contra tamaña enormidad.
Compartieron su propósito los obreros de los talleres de las inmediaciones y poco a poco el local de la Casa del Pueblo fue invadido por los grupos.
En la Casa del Pueblo
La asamblea rumoreaba. Se traducía en los rostros y en la palabra de aquellas gentes el propósito de ir hasta cualquier sacrificio para hacer efectiva su protesta.
Sin embargo, resolvieron adoptar un último recurso pacífico: nombrar una delegación con poderes de los diversos círculos obreros para pedir la mediación del cónsul austriaco.
Pero el cónsul, muy discretamente, se había ausentado.
(Así desempeñan sus funciones los patrióticos cónsules, cuando se trata de obreros).
La solución
La policía tenía el propósito de impedir esa manifestación siniestra, e iba aglomerando fuerzas frente a la Casa del Pueblo. Los obreros se aprestaban a salir cuando llegó un emisario del juez anunciándoles que a las cinco y media de la tarde, les haría entrega del cadáver para que lo sepultaran en el nicho núm.268 que les ponía a su disposición.
Al cementerio
La policía les anticipó entonces que podían ir en columna hasta el cementerio a presenciar la ceremonia de la inhumación. La columna se organizó rápidamente y se puso en marcha encabezada por un grupo de unas sesenta obreras llevando una de ellas la bandera de los trabajadores con gasa negra.
La columna pasaba de 1.500 personas.
El palacio de justicia fue objeto de la más formidable de las rechiflas al pasar los obreros.
La guardia de cárcel
Doblando por 9 de Julio, al llegar a La Plata, apareció repentinamente una compañía de guardia de cárcel.
Su presencia produjo en un principio un movimiento de recelo, el que acrecentó al verse que los soldados simulaban un movimiento envolvente, desplegados en varias guerrillas; pero una obrera animosa gritó:
-Adelante! Abajo los asesinos del pueblo!
Los obreros estrecharon las filas y avanzaron con una solución sorprendente, conmovedora.
La tropa siguió evolucionando a su alrededor. Los obreros marchaban vivando su causa con estruendo.
A una cuadra del cementerio, otra compañía del batalló policial surgió por el frente. Tampoco se arredraron los trabajadores.
¡Carguen armas!
Una de las compañías tomó hacia los fondos del cementerio y la otra a paso de trote ocupó militarmente el frente en orden de combate. Los obreros se apiñaron contra la pared dirigiéndose algunos grupos hacia la portada.
En ese instante se oyó la voz militar del mayor Vázquez:
-Carguen, armas!
Y sonaron los montantes de los remingtons.
La escalinata fue desalojada y ocupada por centinelas a bayoneta calada.
Y de todas partes comenzaron a surgir vigilantes montados, policías secretas, comisario etc. encabezados visiblemente por el señor Vierci.
-Es una celada! Es una traición! Nos van a asesinar! corría de boca en boca entre aquella gente, apelotonada contra la pared que parecía esperar el sacrificio con fiera altivez.
-Al primero que quiera hablar, métanle un tiro -gritó el señor Vierci.
La autopsia – El Regreso
Los médicos tenían que hacer la autopsia al cadáver, de manera que casi al anochecer pudieron dejar sepultado al desdichado Budislavich.
Más preparativos bélicos
La Casa del Pueblo había sido entre tanto militarmente ocupada y en las bocas calles inmediatas, estaban estacionadas algunas parejas de vigilantes a caballo.
Además de estos, al oscurecer se han visto salir fuerzas armadas a remington en distintas direcciones.
¿Dónde iban?
Dos grandes carros condujeron una compañía de guardia de cárcel al barrio de la Refinería, que está en pleno estado de guerra.
Prisiones
Juan Gironi, encargado de la casa del Pueblo fue conducido preso en compañía de Gustavo Vuidepot que se encontraba leyendo en la biblioteca.
¿Por qué los llevaron?
Por desorden, según les dijo el jefe político horas después, cuando los puso en libertad.
Rómulo Ovidi
El jóven Ovidi continúa preso, sin saberse por qué causas.
¿Se pretenderá que mató a Budislavich?
La huelga general
No ha terminado con las demostraciones de ayer la protesta de los obreros de Rosario.
Hoy deben tomar algunas determinaciones para darle más amplio, más general.
Aunque no hay al respecto un propósito definido, las comisiones de todas las sociedades gremiales tratarán posiblemente de organizar una huelga general, de manera que en una fecha determinada por mediodía o por algunas horas cese el trabajo en todos los talleres de Rosario y sus inmediaciones.
Probablemente ese día se celebrará un gran meeting.
El paro parcial de ayer ha tenido el concurso desinteresado de algunas empresas. Los trabajadores de los talleres del Central Argentino, galpones de Sunchales, destilería de Widembruk y otros obtuvieron licencia con sueldo, durante medio día.”
Hasta aquí lo que copiamos de La República. Por nuestra parte agregamos que los sucesos de Rosario han tenido repercusión en todos los centros obreros de la República, habiendo protestado espontáneamente muchas colectividades obreras de los asesinatos cometidos por la policía rosarina. En cuanto tuvimos conocimiento de los hechos, esta redacción se asoció también a la general protesta con el siguiente telegrama que remitimos a “La Casa del Pueblo”:
“Protestamos del inicuo asesinato cometido por la policía.
Caiga la sangre de la víctima sobre la cabeza de sus verdugos. ¡Viva la Revolución Social!”
La Protesta Humana.
Igualmente el comité del partido socialista de esta ciudad al día siguiente de los sangrientos sucesos acordó mandar un delegado a Rosario para que se informase de lo ocurrido y convocar a los elementos obreros de Buenos Aires a un mitin de protesta que se efectuará el próximo domingo, cuyos detalles damos en otro lugar.
Posteriormente a estas noticias los telegramas anuncian la celebración de un mitin obrero en la ciudad de Rosario, hoy jueves, para protestar del monstruoso asesinato del obrero Budislavich, al que ha concurrido la mayor parte del elemento obrero rosarino.
La huelga ha sido general en Rosario ese mismo día.
Como se ve, pues, la protesta obrera no podía ser más enérgica contra los policías asesinos.
A tristes reflexiones se presta la actitud brutal de esos funcionarios policiales de aún más triste celebridad, que asesinan.
Si nosotros formáramos parte de esa prensa alarmista que inciensa a sus víctimas hasta el endiosamiento, llenaríamos nuestras columnas de imprecaciones contra la malvada secta autoritaria y pediríamos el esterminio de los hombres que la representan; pero más lógicos en nuestras deducciones, levantamos nuestra airada protesta más que contra los hombres malos, producto de la actual organización social, contra las instituciones siniestras que la defienden por medio del asesinato inmune.
La Protesta Humana, Ano V – nº145, de 26 de octubre de 1901

No seguinte número do semanario, o nº146, de 2 de novembro de 1901, La Protesta Humana recolle nunha editorial titulada “La primera víctima” interesantes reflexións en torno ao sucedido:



Como sucedeu no caso dos sucesos que meses antes aconteceron na Coruña, a postura dos “socialistas” contribuía só a culpar aos anarquistas no marco do debate sobre a folga xeral como ferramenta revolucionaria. Por iso, La Protesta Humana inclue no nº148, de 9 de novembro de 1901, unha columna baixo o título “Notas Rosarinas” dedicada a combater esa postura:

Tamén a prensa burguesa de Rosario recolleu novas destes sucesos. Así, o xornal El Municipio, no seu exemplar de 23 de outubro de 1901 (o primeiro que atopamos dixitalizado trala data do asasinato de Budislavich), recolle os seguintes contidos vencellados aos sucesos:





El Municipio (Rosario), Ano XV – nº 4144, 23 de outubro de 1901
Ao día seguinte, trala celebración dun enorme mitin e manifestación de protesta que uniu a toda a clase obreira de Rosario, este mesmo xornal recolle unha extensa crónica no seu exemplar de 24 de outubro de 1901:

Desta crónica, salientaremos as intervención de dous dos seus oradores: Romulo Ovidi e Virgina Bolten (parcialmente perdida pola páxina deteriorada do xornal):
Aún resonaban los aplausos que la muchedumbre prodigaba al orador, cuando hizo uso de la palabra RÓMULO OVIDI, que dijo con acento viril:
“Un día en que un puñado de héroes del trabajo se unían para resistir la prepotencia de la burguesía, se levantó el arma homicida para ahogar en sangre aquel movimiento legítimo y honrado; un día en que un grupo de explotados se erguía reclamando el justo mejoramiento de su situación económica, un compañero nuestro ha caído víctima del crimen autoritario.
Nosotros levantamos en la plaza pública enérgica protesta contra los verdugos de Budislavich; nosotros protestamos a la luz del sol contra los autores del horrendo y vil atentado.
Cuando el pueblo francés por el esfuerzo de la colectividad creía conquistada la emancipación, cuando aquel pueblo patriota se reunía bajo las paredes de la Bastilla, proclamando la libertad, la igualdad y la fraternidad, nunca pudo imaginarse que en una gran ciudad había de caer bañado en sangre un ciudadano que ejercía el más legítimo de los derechos, abrasado a traición por un brazo vendido al despotismo.
La República Argentina, cuyos hijos se levantaron para abatir la dominación española, no debió nunca presenciar crimen tan nefasto.
¡Que importa que las leyes de un país sean la expresión del progreso, si sus leyes no se respetan!¡Libertad!¡libertad quiere el pueblo! pero libertad de hecho, no escrita en textos que no se practican, ni en palabras que lleva el viento.
El movimiento que hoy se ha iniciado, vigoroso y firme, en esta ciudad, señala el carácter de la colectividad, es un jalón histórico que dará días de gloria a la humanidad, es un paso seguro en la vida del proletariado; este movimiento es una acusación formidable contra los enemigos de la clase trabajadora, contra sus verdugos asalariados; este movimiento es un nuevo triunfo de la idea que se agita, que avanza con una bandera sola bajo cuya sombra los elementos de trabajo, sin distinción, se unen en un solo vínculo con el arma invencible de la conciencia y la inteligencia.
Blandiendo esa arma poderosa y descargándola sin cesar podremos dar golpe de muerte a esta sociedad putrefacta llamada a desaparecer envuelta en el cieno de sus inmoralidades, y mientras lo dáis vosotros, lo da todo el mundo, lo da la ciencia defendiendo nuestros ideales, lo da la literatura, lo dan todas las manifestaciones del sentimiento honrado y del cerebro que no bulle en zig zag presionado por el egoísmo o la indignidad.
En Norte América, dos millones de obreros se alzan para combatir los trusts que son el símbolo de la inicua explotación; España que fue en su día esclava de Torquemada, se levanta en Barcelona, Sevilla y Coruña en defensa de la causa del proletariado; Italia, que representa el jesuitismo real, lucha también por desasirse de las coronadas cadenas que le sujetan con la mistificación de una monarquía democrática; y no hay que buscar ejemplos en los Estados Unidos ni en el viejo mundo: en Buenos Aires se muestra que el obrero gana terreno en la conquista de su emancipación social.
Como lo he dicho ya, ciudadanos, nosotros tenemos además de la acción, la ciencia y el genio. Contra los libros de fé ciega, negación de la conciencia, se coloca Zola; contra los cuadros de misticismo, se eleva Morelli.
Ante estos triunfos, no debemos permanecer indiferentes. Organicémonos por gremios, venga después la federación y seremos fuertes e invencibles.
La lucha ennoblece y dignifica.
Antes de que termine de expresar la sinceridad de mi corazón, dejad que broten mis sentimientos de dolor y de protesta sobre el cadáver del mártir que yace en la mansión del reposo eterno; dejad que en nombre de los socialistas anarquistas a quienes represente, mande un saludo al compañero sacrificado; dejad que le mande un saludo en nombre de todos los torturados de la burguesía, en nombre de todos los que han dado la vida por la causa del pueblo.
¡Trabajadores!¡Amigos! ¡Que en la hora de la justicia popular nos encontremos dispuestos a hacerla implacablemente.”
Excusamos decir que el orador fue (…) aplaudido.
Habló después VIRGINA BOLTHEN (sic)
“Queridos compañeros y apreciados adversarios -Si yo expresara los sentimientos de las proletarias, habría que decir que vivimos sujetas eternamente al yugo: el yugo de la escuela que nos impone determinados estudios, el yugo de la religión que nos impone determinada creencia, el yugo de los patronos que consumen nuestras energías y absorben por un jornal miserable nuestra vida, el yugo del matrimonio que nos ata a un hombre a perpetuidad.
Es vergonzoso que haya tan pocas mujeres en esta manifestación. Tenemos (¿?) venir por las calles mezcladas entre (¿?) hombres y no lo tenemos de entregarnos (¿?) ellos, ni de perecer en el trabajo (¿?) las fábricas.
El suceso de la Refinería nos obliga a (¿?) para defendernos. Ayer cayó uno, mañana caerá otro, después otro más, si carecemos de energía para imponernos, los asesinos que desean resolver el problema social, con la eliminación de sus propias (¿?).
Uno de nuestros compañeros ha (¿?) villanamente asesinado. Ogtro nombre no puede darse a quien muere de un balazo en la nuca. ¡Y luego nos hablarán los asesinos del derecho de propia defensa!¡Infames!
Como nos levantamos contra los verdugos de Chicago y los de la Coruña, debemos levantarnos ahora contra los verdugos de obreros del Rosario.
La justicia tarda pero llega.
(En este momento se produjo un tumulto que no tuvo importancia).
Nuestro libre pensamiento nos dicta que no debemos cejar, que debemos pensar que sin constancia y decisión es imposible llegar al triunfo de nuestros ideales. Por tanto, propaguémoslos por todo y por todos los medios, sin atacar individualmente a los que componen la sociedad, sino a la sociedad en conjunto que es la resposable de los crímenes porque es la que arma el brazo de los asesinos.
Somos libertarias, profesamos ideas avanzadas, vamos derechas a la emancipación.
Podemos dar consejos al hombre. Olvidad las copas que os embrutecen y pensad en lo que sois y en lo que tenéis derecho a ser.
¿Qué queremos? La igualdad, paera que no se de al mundo el espectáculo vergonzoso de vivir pendientes del embarazo de una reina, mientras las proletarias nos vemos arrastradas a concurrir a las fábricas con la muerte en los labios.
Dicen por ahí que la ley nos concede derechos: sí, el de la prostitución legal por medio del matrimonio, y el de morirnos de hambre abrazándonos a nuestros hijos.
¡Maldita sociedad!
Debemos rebelarnos, no contra una persona, sino contra la sociedad, contra las instituciones que empiezan a decaer porque se sustentan en cimientos podridos.
¡Compañeras! Ayudemos al derrumbre, no olvidando que los ideales de amor y justicia universal, son los que redimirán al pueblo esclavo.
Voy a hacer una declaración, pero primero miradme y ved si llevo bombas de dinamita. ¡Soy anarquista! Y si alguno quiere controversia, indique el punto de reunión y acepto.
No terminaré sin hacer mención de la arbitrariedad cometida por la policía (¿?) la clausura de la Casa del Pueblo. ¿Ha visto alguien bombas en el (¿?) los esbirros. ¿Por qué han (¿?) porque nos reuníamos allí, que sean consecuentes y que cierren ahora estas cuatro cuadras.
Protesto en nombre de la clase trabajadora y de todos los presentes, del atropello. La Casa del Pueblo debe estar abierta porque es la casa de los obreros y está vigente el derecho de reunión. Si el derecho no se niega, si se clausura sin orden judicial de allanamiento, suprímase la constitución y deróguense las leyes”
Se extendió en consideraciones sociales y religiosas, que le valieron nutridos aplausos y la impetuosa oradora fue objeto de (¿?) demostraciones de simpatía al terminar su peroración.


El Municipio (Rosario), Ano XV – nº 4145, 24 de outubro de 1901
Os exemplares dixitalizados do xornal rosarino El Municipio, citados, transcritos e dos que aparecen reproducidos algúns fragmentos, en:
Os exemplares de La Protesta Humana citados e os fragmentos reproducidos das súas páxinas poden ser consultados en:
- CeDinCi – Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas









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