Ademáis dos traballadores e traballadoras asasinadas nos propios sucesos dos días 30 e 31 de maio de 1901, dos que temos falado en entradas anteriores de Memoria Libertaria na Galiza, moitos obreiros feridos permanecían aínda nos hospitais transcurridos xa dez días dos feitos.
Moitos destes feridos ou mancados na represión da folga de maio de 1901 non acudiron aos hospitais polo que só coñecemos algúns dos seus nomes, probablemente os dos casos máis graves ou que caeron presos cando foron feridos polas balas e sables dos militares e gardas civiles:
- Manuel Carnota Rey
- Manuel Laya Mañá
- José Quintela Carreira
- Daniel Mariñas
- Antonio Bergantiños
- Cándido Seoane Vázquez
- Claudio García
- Felipe Amil Barros
- José Expósito Expósito
Coa cidade en estado de guerra e a información limitada pola autoridade militar, o xornal La Voz de Galicia informaba da evolución dos feridos:
“Los heridos continúan mejorando en el Hospital.
Ayer se comunicó al juez instructor señor Arahuetes que Manuel Carnota Rey, que había sido herido de bala en una pierna, no necesita ya de asistencia facultativa, encontrándose por completo restablecido.
No salió, sin embargo, del Hospital mientras no lo ordene la autoridad militar.
Pronto será también dado de alta Manuel Mañá, que ocupa la cama núm.18, y que se encuentra herido en la pierna izquierda.
El estado del resto de heridos era anoche el siguiente:
José Quintela Carreira, que ocupa la cama núm.1 y tiene una herida de arma de fuego en la pierna derecha, que está esperando que se le aplique el procedimiento de la radiografía para extraerle la bala, se encuentra relativamente bien.
Daniel Mariñas, que ocupa la cama número 3 se encuentra bastante bien, después de haberle sido amputada la pierna izquierda.
Antonio Bergantiños, que se encuentra en la cama núm.7, herido en el pie izquierdo, espera que con la exploración radiográfica se sepa dónde tiene la bala, para extraérsela, y anoche se encontraba bien.
Cándido Seoane, que ocupa la cama número 20, se encontraba anoche en tratamiento, esperando que se domine la inflamación para ver si debe o no amputársele el brazo derecho, en que está herido.
Claudio García ocupa la cama núm.8, está herido en la pierna derecha y su estado es bueno.
Felipe Amil, herido en el pie derecho, ocupa la cama núm.12 y su estado es bueno”. (La Voz de Galicia, 11 de xuño de 1901)


Algúns dos obreiros feridos nos sucesos eran conducidos a prisión logo de ser curados no hospital ou ben eran trasladados ao hospital militar:
“Todavía continúa en el Hospital a disposición del juez instructor, Sr. Arahuetes, el herido dado de alta, Manuel Carnota. Parece que hoy será trasladado desde dicho establecimiento benéfico al cuartel de Zamora“,
mentres o resto continuaban a súa recuperación:
“Los demás heridos, y en especial Manuel Mañá, continúan muy mejorados. (La Voz de Galicia, 12 de xuño de 1901).
Manuel Laya Mañá fue dado ayer de alta, ingresando en las prisiones militares. Por no considerar el gobernador militar al Hospital civil como lugar bastante seguro para guardar a los enfermos José Quintela Carreira y Antonio Bergantiños, contra quienes resultan, según parece, cargos en la causa que se instruye con motivo de los últimos sucesos, fueron trasladados ayer al Hospital Militar. (La Voz de Galicia, 22 de xuño de 1901).
Da gravidade das feridas sufridas polos obreiros nos sucesos de maio nos da boa mostra que case un mes despois dos mesmos, aínda moitos seguían a ser atendidos nos hospitais:
“Continúa el traslado al Hospital Militar de los heridos que a consecuencia de los últimos sucesos se encuentran en el Hospital de Caridad, a medida que el director de este establecimiento autoriza su traslado.
Ayer lo fueron José Expósito y Cándido Seoane.
Tuvo que desistirse de la idea de conducir al Hospital Militar a Felipe Amil Barros, a causa de la inflamación que aún tiene en el pie derecho, donde, como recordarán nuestros lectores, fue herido”. (La Voz de Galicia, 23 de xuño de 1901)
Moitos dos obreiros vítimas da brutal represión nas rúas perderon membros polas feridas producidas por disparos e golpes de sables:
“Ayer fue operado en el Hospital Militar Cándido Seoane Vázquez, uno de los heridos del día 30 del pasado, que ingresó en dicho establecimiento el día 23 del actual, procedente del Hospital de Caridad.
Los médicos militares, reunidos en junta, hicieron el diagnóstico de “fractura conminuta de ambos huesos del antebrazo izquierdo”, que se demostraba por el acortamiento considerable del miembro, sin que se notase acabalgamiento de los fragmentos, deformación muy pronunciada, impotencia funcional y crepitación muy sensible. Este diagnóstico fue confirmado en todos sus detalles por la radiografía obtenida en el gabinete del Sr. Bañas, que fue facilitada atentamente por el Sr. Varela Portal, director del Hospital civil.
Con tales antecedentes se pensó desde luego en la intervención quirúrgica, procurando primero, si era posible, que limpio por completo el foco de esquirlas y fragmentos de proyectil quedasen los huesos en condiciones de reparación, lo que se vió era imposible por el desmenuzamiento de los fragmentos y por haberse comprobado por la exploración quirúrgica que la articulación del codo estaba lesionada y que existía gran infección en la herida, sobre todo en la región anterior. Se determinó entonces la amputación por el tercio inferior del brazo.
Practicada la operación por el jefe de la clínica de heridos, Sr. Magdalena, auxiliado por sus compañeros Sres. Mariñas, Garrido, Fernández y Estrada, se confirmó que el proyectil estaba reducido a fragmentos pequeñísimos, existiendo sólo uno de mayor tamaño en el borde externo del antebrazo, a unos tres traveses de dedo por encima de la articulación de la muñeca, como se ve claro en la radiografía.
Desecada la porción de miembro amputada, se reveló un estado de trituración del radio, con pérdida de sustancia en una extensión de dos centímetros, y una larga y esquirlosa fractura del cúbito que separaba la porción articular anterior de la oleocraneana.
Hemos visto esta pieza anatómica, que tuvo la amabilidad de enseñarnos el joven e ilustrado médico militar Sr. Fernández, y parece mentira los destrozos ocasionados por un proyectil pequeño en tejidos de una dureza tan considerable como el de los huesos.
El estado del herido anoche era satisfactorio, manifestando su gratitud a los médicos por las atenciones y cuidados que le prodigaban. (La Voz de Galicia, 27 de xuño de 1901).
Aínda o día 2 de xullo de 1901 permanecía obreiros feridos a ser tratados nos hospitais das lesións producidas pola represión policial e militar da Folga Xeral:
“Ayer fue dado de alta en el Hospital Militar el herido a consecuencia de los sucesos ocurridos el 31 de Mayo último, José Expósito Expósito. Por esta causa fue trasladado ayer tarde desde dicho establecimiento a las prisiones militares del cuartel de Zamora“. (La Voz de Galicia, 3 de xullo de 1901)
“En el coche-ambulancia del cuerpo de Sanidad Militar fue trasladado ayer desde el Hospital de Caridad al Militar el obrero herido en las calles el 31 de Mayo último, Felipe Amil. Escoltaban el coche varios soldados de Infantería y un sargento“. (La Voz de Galicia, 3 de xullo de 1901)
Dende o comezo da represión, o Hospital onde eran atendidos os feridos fora gardado por forzas do exército. Esta vixilancia non se relaxa ata o mes de xullo de 1901:
“Debido a haber sido trasladados al Hospital Militar los heridos procesados que con motivo de los sucesos ocurridos el 31 de Mayo último se encontraban en el Hospital de Caridad, se ordenó que desde hoy la guardia de dicho establecimiento conste de un cabo y cuatro soldados. (La Voz de Galicia, 4 de xullo de 1901)
A mediados de xullo, polas novas sobre o reparto de cartos, froito da solidariedade da clase obreira cos seus compañeiros presos e feridos, coñecemos que aínda permanecen traballadores ingresados nos hospitais:
Hospital Militar.- Los cuatro heridos que allí hay, exdependientes de consumos, a 6,75 pesetas cada uno. Total, 27 pesetas.
Hospital civil.- Daniel Mariñas y Claudio García, también herido a consecuencia de los sucesos, 6,75 pesetas. (La Voz de Galicia, 16 de xullo de 1901)
E, como xa temos visto, moitas veces o camiño de saída do hospital conducía ao encerro nas cadeas improvisadas dos cuarteis de Atocha:
Fueron dados de alta ayer en el Hospital Militar los heridos a consecuencia de los sucesos de Mayo último, Antonio Bergantiños y Felipe Amil.
Escoltados por varios soldados se les trasladó a las prisiones del cuartel de Zamora. (La Voz de Galicia, 24 de xullo de 1901)









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